viernes, 20 de junio de 2008

Mi viaje se retrasa un día

Al final salgo mañana, por problemas con los billetes de tren (Vamos, que no los compramos hasta el último momento y claro, no había) y puedo escribir hoy.

Para los comentaritas: lo primero, gracias por escribir. Como dice Julia, era un post de por favor que alguien me escriba, que parece que ya nadie me lee.... Y sí, Ivan, yo escribo para que me lean. Escribir para plasmar tus pensamientos, se llama Diario y es otra cosa. A mí me gusta que la gente lea lo que escribo. Anonimos, sí os echaba mucho de menos. Qué sería de mí, sin vuestras caras ocultas.

Como no tengo mucho tiempo, que tengo que hacer millones de cosas antes de salir, pues os dejo con una pequeña historieta que escribí en uno de mis guiones, y que mi profesor me ha aconsejado que desaparezca porque, palabras textuales, "me pasó de ingenioso". Sé que lo dijo como algo malo, pero para mí fue una pluma que ponerme en el penacho. Os dejo con ello. Hasta pronto.

Lidia

¿Sabes? Si todos los días son como el de hoy, creo que esto no va a ser tan raro como creía.


Ander

No creas nada de lo que ha pasado hoy. Yo soy como el astronauta soviético.


Lidia

¿Qué astronauta soviético?


Ander

¿No conoces la historia del astronauta soviético y el americano?


Lidia niega.


Ander

Después de la caída del muro. Un astronauta americano subió a un trasbordador ruso, donde había un astronauta soviético. El soviético, nada más llegar, le dijo que como gesto de bienvenida había preparado unas hamburguesas. Los dos se sentaron a la mesa. Después el americano echo ketchup a su hamburguesa y le pregunto al ruso si quería. El ruso dijo que por supuesto y se echo la salsa. Al día siguiente, cuando el americano despertó, encontró al ruso, en el baño, vomitando. El americano le pregunto qué le sucedía. El soviético le dijo que era alérgico a algunos productos del ketchup. El americano, entonces, le preguntó: ¿Por qué tomaste la salsa si sabías que eras alérgico? Y el ruso contesto: no quería parece incivilizado.


Lidia sonríe con el final de la historia y se queda un segundo pensando, mientras la música de blues continúa.


Lidia

Sabes qué es imposible cocinar una hamburguesa en el espacio.


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