miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Por qué somos del Atleti?

Porque el charcutero de mi barrio no es Cristiano Ronaldo y normalmente llega a fin de mes con el agua al cuello, pero de repente saca dinero de donde no ahí y se lleva a su mujer a Tenerife y tumbados en la playa ella le pregunta por el dinero y él le dice: "de eso ya nos preocuparemos luego, ahora a disfrutar"

Porque el único recuerdo futbolistico que conservo es un jugador del subbuteo, que pintó mi hermano a rayas blanquiazules, con el numero 8 a la espalda y la camiseta sacada de los pantalones azules, tal y como la llevaba Donato. Y yo nunca he sido del Depor.

Porque en su último partido escribieron "Kiko, cojo, muerte" y ahora le echan de menos

Porque si metemos cuatro goles nos pueden meter cinco. Porque si metemos cinco goles, siempre hay una señora en la grada que se emociona y llora y besa la cruz que lleva colgada.

Porque hay más gente que se acuerda de Mawi, que de cualquier jugador del Valladolid entre las temporadas 94 y 99.

Porque, generalmente, los padres de los atléticos suelen ser del Real Madrid.

Porque cuando un señor de cierta edad se quiere marchar en el minuto 80 porque, palabras textuales, "no aguanta más" La grada le grita: "abuelo quédate, abuelo quédate" Y el sonríe y aun así se marcha.

Porque tenemos un estadio con Spa, pero sin meaderos.

Porque ganamos la intercontinental, sin ganar la copa de Europa.

Porque un día sí y otro no.

Porque cada agosto decimos "este es el año"

Porque soy incomprensible,porque eres incomprensible. Porque somos del Atleti.

domingo, 7 de marzo de 2010

Dinamarca,dinamarca,di-na-mar-ca!!!

En la vida, como en los bueno guiones, los grandes giros no se producen por grandes momento, al reves, son los cosas comunes las que desembocan en grandes cambios. Como ejemplo mi vida. Digamos que quien me iba a decir que ir a comprar un chándal con ocho años, pudiera desembocar en que uno acabe viviendo en Dinamarca (sería como la teoría de que el aleteo de una mariposa en Australia puede crear un huracán en Brasil pero en versión leganense) Pero así ha sucedido. Quizá el que este escribiendo este mismo post, pueda cambiar mi vida dentro de 20 años, pero esa será otra historia que tendré que escribir, ahora volvamos a mi chándal.

Yo quería un chándal de tactel, ahora mismo solo lo usan los yonkis y ciertos modernos que idolatran a Locomia, pero en aquella época, principios de los 90, estaban muy de moda. Tanto como para que insistiera durante semanas a mi madre, hasta que al final cedió. Pero las madres, como sabias que son, cedió justo cuando empezaba las rebajas en la tienda Trim (tienda de deportes altamente conocida en Leganés, porque en tiempos era la única en el barrio) Y como sabía que sigue siendo mi madre, pues también engancho a mi hermano, algo más crecidito pero no lo suficiente para evitar la tentacion de un chandal de tactel nuevo, y nos fuimos para allá.

Tras elegir nuestros sendos chandals (sé que se dice chándales, señores de la academia, pero me parece una palabra de sonoridad tan fea como excretar o zurrullo) Bueno pues tras elegir los chandals, la señora de la tienda nos dijo que tenia una oferta de películas al dos por uno. Mi hermano y yo pusimos cara de angelitos y mi madre, dado que era una rebaja, volvió a ceder. Había un carro inmenso de VHS, en el que recuerdo que había algo de Michael Jackson, pero yo vi una película y rápidamente supe que era la que me iba a llevar a casa: Ratboy. La película trataba sobre un adolescente que era mitad rata,mitad niño, el guionista no contento con esto decidió que el tono iba a ser el de un drama sentimental. Sin duda, una de las peores películas que he visto en mi vida.

Por suerte, mi hermano, futbolero como era, se decidió por un documental, algo nunca visto con buenos ojos por un niño, pero...era de fútbol. Del mundial de 1986 para ser más exactos. Sí, el mundial de Maradona, la mano de dios,etc...pero esa no es mi historia. Tras una semana intentando irremediablemente, no sucumbir en que mi hermano había elegido mejor que yo, me decidí a ver "El heroe" que es como se llama el documental. Sobre todo porque en la portada aparecía Hugo Sanchez, mi jugador favorito en aquellos tiempos.

No recuerdo muy bien como me sentí cuando lo vi por primera vez, lo que sé es que poco a poco se convirtió en mi película espejo. Me explico, todos los niños tienen una película, generalmente de dibujos, que se saben de memoria y mientras la ven repiten los diálogos uno por uno, porque se la saben de memoria. Bien, pues junto a "Mira quien habla" esta era mi película espejo. Me sabia todo lo que decía el narrador, especialmente una parte que empezaba:

"Dinamarca nunca se había clasificado para una fase final de un mundial, pero..."

Como si de un cuento se tratará, así comenzaba la andadura de Dinamarca en aquel mundial. Y como buen amante de los cuentos, yo también me enamoré de aquella cenicienta roja y blanca. Cómo no hacerlo, tocaban el balón de un lado otro siempre sonriendo, siempre como si fuera lo más divertido del mundo, siempre con miles de aficionados gritando "baygalo,baygalo", que no sabia que significaba pero sonaba genial.

Y, visionado tras visionado, fue creciendo en mi mente infantil un ideal de país con el nombre de Dinamarca: Galletas danesas, Hans Christian Andersen, Vicky el Vickingo, los Lego, campos verdes con mujeres con Cofia, Dreyer, los milagros, las bicicletas son para el invierno, Calsberg, los pescadores de atún rojo, el Club de Futbol Odense cuyos jugadores eran obreros,pero que echaron al Madrid de la Uefa, las maquinas de coser (que no puede que no sean de allí, pero siempre me lo han parecido), Kierkegaad, las bicibletas y aquella vez que mi padre volvió de Copenhague diciendo: "son otra cosa"

Por eso, este invierno al tener que rellenar mi solicitud erasmus, no dude un momento. Copenhague, mi destino.





P.D: Dinamarca no gano el mundial a pesar de jugar mejor que cualquiera, incluido la argentina de Maradona. Lo eliminó un sucio equipo en una calurosa tarde de Queretaro, con cuatro goles de un delantero canijo llamado Butragueño ¡Que injusticia!

viernes, 29 de enero de 2010

Salinger

Un libro nunca puede cambiar el mundo,pero puedo cambiar muchos mundos. El de cada persona que lo lee, pero no suele pasar. Para que suceda eso, no solo influye como esta escrito el libro, sino las circustancias del lector. Por eso el libro que cambio mi mundo fue Raise High the Roof Beam, Carpenters, Levantad, carpinteros, la viga del tejado.

Fue un libro que leí en un momento en el que ningun libro me podia consolar. Un día no podía más, tenia ganas de no estar, simplemente, no estar. Fui a los cines de plaza de españa y no me apetecía ver ninguna pelicula. Fui hasta el Starbuck de la esquina de gran via, pedí un chocolate caliente con avellanas y me sente junto al ventanal desde él que se ve toda la calle princesa. Recuerdo que cuando empece el día era de día y cuando acabe era de noche.

No creo que ningún critico lo considere la gran obra maestra, pero al leer aquello, entendí, no sé muy bien qué, pero entendí. El argumento es sencillo, un soldado que toma un permiso para ir a la boda de su hermano. No sucede mucho más, pero el sentimiento con que esta escrito, la fuerza de la voz de ese hermano recordando los buenos tiempos y el silencio, lo que no se dice y sin embargo se puede ver.

Hoy a muerto J.D Salinger.

miércoles, 27 de enero de 2010

Buscando una revolución 1ª parte (reportaje a publicar dentro de diez años)

Durante toda la entrevista sus ojos han permanecido rojos, como si alguien sostuviera un cigarro cerca de sus ojos, pero es en el momento de recibir la pregunta cuando sus ojos se abre de par en par y dejan ver el cansancio de tantos años.

- ¿Sí ha valido la pena?

Resopla, como si le hubieran cogido en un renunció. Sonríe, como si ocultara algo detrás. Algo que no se puede decir a un reportero, un secreto que al nombrarlo perdería su valor. Finalmente se decide y vuelve a la diplomacia aristocrática por la que ha sido siempre característico.

- Bueno, eso lo dirá la siguiente generación. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer.

Con "lo que tenían que hacer" se refiere a aquello que comenzó una tarde de otoño de hace diez años en la universidad de un ciudad de provincia de cuyo nombre, los implicados, siempre prefieren no recordar. Muchas leyendas corren en torno a esa tarde, pero solo un dato cierto; varios estudiantes y un papel en blanco. Entre los estudiantes la voz clara de Andres Ferreillo, más conocido como Teo.

- Yo estaba allí, por supuesto.Se han dicho muchas tonterías sobre aquello, que si habíamos tomado alucinógenos, que si hubo espías infiltrados... Fue algo normal. No habría más de diez o quince estudiantes, pero solo eramos cuatro los que hablábamos. Yo, Rianxeira ( Matias Junquera, muerto en los disturbios de 2013) y otros dos estudiante que se desvincularon en cuanto la cosa se empezó a poner sería. Habíamos quedado para crear un manifiesto que mejorará la facultad, solo eso nada más.

Pero de aquella reunión no salió ningún manifiesto, o al menos ninguno escrito. Una foto en la esquina del local retrato el momento perfectamente. Varios estudiantes sostienen entre sus manos un folio en blanco, que muestran sonrientes al fotógrafo. Según los escritos encontrado tras su muerte, Rianxeira afirmaba que la idea surgió de Teo, aunque este, ante nuestra pregunta responde con un lacónico "no me acuerdo". "La revolución por la revolución" el lema que miles de persona corearon durante años, "no fue un salto tan intelectual como se supone", nos comenta el propio invento.

- Simplemente es que no había de que quejarse. Por eso decidimos dejar el folio en blanco. Nosotros solo necesitábamos protestar ¿Por qué? Quizás sea algo innato, no lo sé, pero era lo que nos pedía el cuerpo.

A la mañana siguiente el pequeño rectorado vivió uno de esos procesos que si no estuvieran en la historia, parecería formar parte de una obra de ficción.

- No sé muy bien cómo sucedió. Empezamos la manifestación los cuatro de la tarde anterior y poco a poco se nos fue uniendo gente. Me acuerdo que los estudiantes se acercaban y nos preguntaban que por qué lo hacíamos. Cuando les respondíamos que no teníamos ninguna reivindicación política, ni ninguna queja, nos miraban como a locos. Pero luego se unían.

De aquellos cuatro estudiantes pasaron a ser unas cinco mil personas. Sin ningún motivo aparente los estudiantes se fueron uniendo hasta crear una fuerza imparable Aquella misma mañana consiguieron echar al rector de su oficina y ocupar el edificio. Eso sí, sin ni un solo acto de violencia, todo promovido desde la pasividad. Segun se registro en las cámaras de seguridad del rectorado, los estudiantes entraban ordenadamente en un estancia hasta que la llenaban. Las personas que se encontraban dentro, al no entender la situación se marchaban. En un momento dado todas los despachos del edificio estaba inundados. Así hasta la llegada de la policía.

- Eso fue lo mejor de todo. Al llegar la policía, nadie hizo ni el más mínimo intento de resistencia, cada uno salió del edifico y se fue a su casa. Recuerdo que los policías nos miraban como si estuviésemos locos.

Las noticias aparecidas en la prensa del día siguiente informaban de unos disturbios en la universidad, pero sin tener muy claro los motivos. Incluso algún articulista se apunto el tanto y saca una lista de las reclamaciones de los estudiantes, que pronto fue desmentida. Aunque si algún medio tuvo repercusión este acto, fue en internet. Pronto la red de redes le dio una publicidad y unos nuevos adeptos que jamas habian soñado sus organizadores.

- Creo que la gente de todo el mundo lo necesitaba. Un amigo mio siempre me decía que nuestra generación nunca podía tener una revolución, porque la anterior ya se había encargado de intentarlas todas.

lunes, 26 de octubre de 2009

De Valladolid y otros (ligeros) triunfos

Solo tengo una copa. De pequeño reserve un estante entero encima de mi cama, para obtener trofeos, pero solo tengo una copa. Todo lo demás estaba vació, hasta que de adolescente decidí que dado a no ganar nada, preferiría rellenar ese estante con recuerdo de viajes (que de alguna manera tambien son triunfos) Pero lo más curioso de todas está historia es que la dichosa copa no fue por ser primer, sino por ser segundo. Pero sino hubiera sido segundo no habría copa. Me explico.

Como todo buen hijo de emigrante, tengo un pueblo. Como buen niño de extrarradio, pasaba los veranos en ese bonito pueblo. Como todos los bonitos pueblos para los veranos allí para los niños son aburridos. Así que cuando aquel año la comisión de festejos decidió crear unas especie de olimpiadas para niños, yo me apunte a la gymkana, a las carreras y todo aquello que pudiera subir en plenas fiestas a recoger una copa. Yo baraje mis posibilidades y deduje que mi mejor opción iba la natación, no por mi gran capacidad acuatica, sino porque era de los pocos niños de mi edad que sabía nadar.

Así que allí me presente y en la linea de salida me encontre con otros tantos niños de extrarradio igual de aburrido que yo, y con una niña del pueblo. Cuando dieron la señal, todos nos tiramos al agua y quedo claro que ninguno eramos Jhonny Weismuller. Yo en vez de ir recto, me dedique a ir haciendo zic-zac, con la consecuente perdida de tiempo en levantar la cabeza y decidir donde estaba la linea de llegada. Aun y así mi actuacion podia considerarse digna comparada con la chica del pueblo, tuvo que poner el pie en tierra para no ahogarse, tomar aire y reanudar el camino para llegar la última. Yo llegue segundo y el único chico que decidió ir recto todo el rato, llego primero. Aunque no había ganado, estaba muy contento, porque el segundo tambien recibía una copa.

De modo que el día grande de las fiestas, yo estaba como loco porque la dichosa orquesta hiciese ya un descanso y por fin me nombraran delante del pueblo. Creo que en el fondo de mi albergaba la fantasia de que al bajar, sería un chico famoso en el pueblo y se acabarían los veranos aburrido (Cosa que no sucedió, obviamente). Poco después de las doce informaron que los ganadores de copa subieran a la parte derecha de la iglesia, una zona en penumbra desde la que se podía acceder al escenario. Allí me encontre con el chico que decidió nadar recto y, como buen participante, le di la enhorabuena. Empezaron a nombrar a gente y más gente y a mí aquello se me hacía insoportable. Así hasta que empezaron a nombrar los ganadores de natación. No sé porque pero cuando dijeron mi nombre me entraron ganas de mear. Subi y un fogonazo me deslumbró, no veía absolutamente nada, así que como pude tome mi premio y volví por el camino. No había sido como soñaba, pero estaba contento. Para mi sorpresa, lo primero que vi al recuperar la visión fue al niño que nadaba recto. Y digo para mi sorpresa porque a mi espalda estaban anunciando el ganador de natación. Al darme la vuelta pude ver a la chica del pueblo que casi se ahoga recogiendo la copa como ganadora. Aquello me indigno sobremanera, intente que el chico reclamara o hiciera algo, pero como buen chico de extrarradio el niño que nadaba recto paso de meterse en lio y problablemente a estas horas de la vida habrá olvidado este episodio.

Yo por mi parte estuve indignado cinco minutos y luego decidí celebrar lo mio, aun pensando que aquello tenía un profundo significado. Casi veinte años después aun no lo he encontrado, pero cada vez tengo más claro que lo tiene. Todo esto viene porque hace una semana en un concurso/festival llamado Off Valladolid, que consistia en rodar en grupo un corto en 24 horas, nustro grupo fue el ganador y este jueves estrenamos el corto por segundo año consecutivo en Seminci. Creo que es la primera vez que gano algo, pero para ironico final, como era el primer año del concurso a nadie se le ocurrio comprar una copa o estatuilla. Así que pese a que gané, no tengo nada que poner en mi estante de premios. Ya lo decía, ironico final.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Para aquel que quiera ver "A cara o cruz"

Pues eso que dejo un enlace del corto en el que fui guionista

A cara o Cruz

domingo, 6 de septiembre de 2009

Dialogo del Miedo

"¿Qué es ser bueno? Ser bueno es ser valiente"
Nietzsche


Una mañana el Criado fue a levantar al Señor de la cama, pero al entrar en la habitación, se encontró la cama vacía.

- ¿Señor? - Pregunto el Criado algo temeroso
- Aquí estoy, chico - La voz salía de lado opuesto de la cama. Al rodearla, el criado descubrió al Señor tumbado en el suelo.

- ¿Se ha caído, Señor? - Dijo preocupado. el Criado.
- No, exactamente-

El criado se agacho para ayudarle a levantarse.

- Pero ¿Qué haces, chico?
- Ayudarle a levantarse, Señor.
- Y ¿Por qué? Yo no voy a levantarme
- Ah ¿no?
- No.

Y ambos se quedaron en silencio unos segundos.

- ¿Y por qué no?- Dijo el Criado
- Es que me he dado cuenta de que estar tumbado cansa menos que estar de pie.
- Y ¿no piensa levantarse nunca?
- No está entre mis planes, no.
- Y ¿si necesita algo?
- ¿Como qué? - Por primera vez el Señor pareció interesado.
- Como un vaso de agua.
- No...eso no me interesa. Quizá...
- ¿Qué?- El criado vio una oportunidad- ¿Qué es lo que quiere?
- Pues el libro que está allí, en la mesa- Los ojos del Señor se movieron en dirección a la mesa - Llevo un rato pensando que antes de tumbarme podía haberlo puesto a mi lado. Para pasar el tiempo ya sabe...
- Podría levantarse y cogerlo.
- Sí, y también podría levantarme, tropezarme y caer -Dijo el Señor seguro de tener la verdad.
- ¡Pero si ya está en el suelo! - Dijo fuera de si el criado.
- Ya, pero ahora no me duele nada.

El criado echo un basilisco, salió de la habitación dando un portazo. El Señor se quedo solo en su habitación sintiendo el frío del suelo. De pronto la puerta de la habitación se volvió a abrir. Era el criado

- Pero al menos, dígame- dijo enfurecido- ¿Por qué se ha tumbado en el suelo y no en la cama?
- Ah, que buena idea- dijo el Señor.

Entonces, con un movimiento ágil se levanto del suelo y se metió en la cama.

- Muchas gracias por la sugerencía - Dijo el Señor.

domingo, 30 de agosto de 2009

Sobre quien escribimos

Juan Rulfo escribió solo dos libros en su vida; una novela y una recopilación de cuentos. Solo con eso consiguió revolucionar por completo toda la literatura mexicana y casí la literatura mundial. Para que os hagaís una idea, un día le dijeron al joven García Marquéz; "¿Por qué no dejas esos libros antiguos y lees Pedro Paramo?" Dice Gabo que después de leerlo, supo lo que tenía que escribi el resto de su vida.

Después de publicar esos dos libros y convertirse en un icono, Juan Rulfo dejó de escribir. No volvió a decir nada más por escrito. Se quedo mudo. Mucha gente le preguntaba por qué de aquello. El tenía una argumento tan bueno que era imposible de rebatir "porque se murió el Tio Celerino, que era él que me contaba estas historias"

Su viejo tio borracho, el mentiroso como le llamaba él, murió y no tuvo nada mas que contar. O eso nos hizo creer, durante mucho tiempo hablo de un cuento que aun le quedaba por escribir "La muerte del tio Celerino", pero nunca lo escribió.

¿Por qué nos resulatara tan dificil escribir sobre la gente que tenemos a nuestro alrededor? Cuando este blog era famoso, hubo quien me pidió salir en él. Hubo quien me rogo salir en él. Y sin embargo yo fui tan alagan, tan mala persona, que no lo hice. Porque a los escritores nos gusta hablar de Juan Rulfo y de su tio Celerino, en vez de hablar sobre quien tenemos a nuestro lado, que es sobre lo que realmente tendriamos que escribir: Sobre quien nos soporta en nuestras noches feas, sobre los desayunos sin dormir, sobre los berridos que despiertan a los vecinos de cualquier ciudad del mundo en plena madrugada, sobre quien te encuentras "el libro" cuando lo necesitas o sobre "cuanto vale un palamerita, no en dinero, si no moralmente".

Pero saben una cosa, no hace falta escribir sobre esas cosas, porque sin quererlo, quien esta a tu lado se cuela entre la lineas de cada texto. Quiza por eso no escribimos directamente sobre ellos, porque al fin y al cabo ellos ya están. Sin ellos quizas no seguiría escribiendo, quiza este blog hubiera caido y quizá yo estaría estudiando una oposición. En fin que no sería feliz.

Así para todos aquellos que se sientan identificados con este post, felicidades.

Al resto, muchas gracias por participar.

viernes, 28 de agosto de 2009

viviendo en el primer acto

Para aquellos que seais neofitos en la teoria de la literatura o para aquellos que no sabeis como se cuenta un chiste. Un dia hace más de dos mil años, un tal aristoreles descubrío una cosa llamada unidad de acción, que venía a decir más o menos que toda historia se compone de tres actos, uno para presentar a los personajes, otro que plantea el conflicto de estos personajes y por último, uno para contar el desenlace de esos conflictos. Lo que todos aprendimos en la escuela como principio, nudo y desenlace.

¿Comprendido? Bueno pues continuemos con la historia.

Sucede que de un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que muchos de nosotros vivimos esperando el segundo acto. Estamos anclados en el primer acto. Sentados en nuestra casa esperamos que nos caiga en las manos el mapa del tesoro, que el principe azul nos invite al baile o simplemente que alguien abrá nuestro balcón y nos lleve volando muy lejos de aquí. Pero nada de eso pasa, el primer acto sigue y sigue.

Sin embargo, si algun día sacara al genio de la teoria de la literatura y pudiera pedirle un deseo, ni de broma pediría pasar al segundo acto. Yo querría un buen puñado de elipsis (saltos en el tiempo) ¿Que tiene de divertido en nuestra historia los paseos en el metro a las seis de la mañana, las cenas solatarias frente al televisor o los vasos de agua sin sed? Tendríamos que acabar con todo eso ya. Bueno en todos sitios menos en francia, que parece que les gusta eso.

Por lo demás, decir que Aristoteles era un cerdo, que la dejen de buscar la vacuna contra la gripe A y que alguien invente ya lo de la elipsis, que esta mañana es muy aburrida.

martes, 11 de agosto de 2009

La facilidad del escritor

Fue una pena que nadie lo registrara, pero entre los escritores es muy conocido su historia. Dice la leyenda que el primer escritor no fue como se cree ni Homero, ni un filisteo, ni mucho menos un rico. El primer escritor de la historia fue un campesino, un campesino fojucho y con cierto arte para salir de las situaciones más difíciles.

Una mañana de pleno julio, el calor era insoportable. Los campesinos apenas podian andar con el trigo al hombro, pero había que recoger la cosecha cuanto antes o se perdería. Así, a eso de las doce de la mañana, el campesino protagonista de nuestra historia, ya no podia dar ni un solo paso. Se mantenia en pie de mala gana y apenas veía lo que estaba frente a él. Lo que no le impidió ver una sombra, cerca de un arroyo. Sin pensarlo ni un segundo, se dirigió a la sombra y se sentó, apoyando su espalda en un árbol. Los otros campesinos al verle, bufaron de odio. Todos caminaron hacía él, con malas pulgas. Pero el campesino, agudizando su ingenio, tomo el papel donde apuntaba el trigo que recogía y miro al infinito. Al llegar, el resto de los campesinos le gritaron que se levantara y que siguiera con su trabajo, pero él les chistó. "¡Necesito silencio!" les dijo. El grupo de campesino se calló ante la seguridad del campesino. Unos segundos después, uno de ellos se atrevió a preguntarle para qué necesitaba el silencio. "Para escribir" contestó. Todos se quedaron inmoviles "Y eso ¿Para qué sirve?" Dijo uno de ellos. Loco de ira el campesino grito "¡Para ser inmortales, estupido!" Ninguno de ellos entendió lo que significaba aquello, pero lo dijo con tanta vehemencia, que pareció importante. Así que le dejaron allí en la sombra mientras el resto continuaba trabajando a más de cuarenta grados.

La leyenda cuenta que al final de la jornada, cuando todos volvian a sus casas, los campesinos le preguntaron qué había escrito. Pero él les dijo que no había escrito ni una sola linea. Los campesinos se extrañaron. Él les explico que se encotraba ante el tipico bloqueo de la página en blanco.

Esta historia se ha contado a largo de la historia y de todos los escritores del mundo y de ella se pueden estraer dos moralejas:

1.Si no quieres trabajar hazte escritor.

2.Y si no escribes ni una palabra, podrás estar más tiempo sin trabajar.

Así que ya lo sabeís, os he descubierto el maldito truco. Ni contadores de historias, ni hombres de letras, ni nada...somos todos unos vagos y farsantes. Bueno...casi todos. Por suerte para vosotros quedan aun escritores de verdad, que escriben porque lo necesitan o porque saben hacerlo muy bien. Como Guionista con Ray-Ban que hace unas horas anunciaba su adios del mundo blogger.

Larga vida y prosperidad Señor de las gafas oscuras.

Yo, por desgracias para ustedes, seguiré chupando del bote aun un tiempo más.

miércoles, 3 de junio de 2009

¿Quien busca a Wally?

El mundo se diferencia en dos tipos de personas, los que encuentra a Wally y los que pasan de buscarlo. Esto es un realidad absoluta que todos los niños saben y que va pasando de generación en generación. (Para quien no se acuerde, los libros de Wally eran esos donde un tio disfrazado del atleti, estaba escondido entre un maremagnun de personas) No sé si solo me pasaría a mi, pero cuando era pequeño, me llevaban los mil demonios cuando me sentaba con otro chico (claro, leer estos libros solos carece de sentido) abría el libro y a los tres segundos decía: "Esta aquí" y pasaba de página. Pero ¿a quien demonios le importaba donde estuviera Wally? Habian dibujado a un tipo que tenia un cangrejo agarrado a la entrepierna o una cleopatra comparando su nariz con la de pinocho o un viejo con chupa de cuero y su silla de ruedas harley daivison. ¿Cómo se podía fijar solo ese tipo gafotas, que te saludaba siempre con la misma mano, una y otra vez?

Años después, creo que es la metafora perfecta de mi vida. Mientras la gente ha encontrado a Wally, yo sigo perdido en la primera página, mirando a los tipos con cangrejos. Pero entonces me pregunto ¿Qué demonios hay al final del libro para que la gente tenga tanta prisa? Quizá me convendría intentar averiguarlo, pero les digo una cosa, me encuentro muy tan a gusto en la primera página....

lunes, 25 de mayo de 2009

"La capacidad del cerebro humano es finita, no así las oraciones que puede generar e interpretar"

Esta frase es una de los descubrimientos más apasionantes del siglo pasado. Algo así como el E=mc2, pero en versión lingüística. Dinamito todos lo estudios escritos hasta el momento y dio paso a una verdadera revolución. Pero siempre que escucho esta frase en vez de pensar en teoría del lengua o filosofía del lenguaje, me da por pensar en dos escritores.

Dos escritores separados por miles de kilometros, pero que utilizan la misma lengua. Cada uno, en su país, tienen la misma idea; una novela sobre la guerra, pongamos por ejemplo. Ambos se ponen frente al papel en blanco y comienzan a escribir. Los dos lo hacen exactamente con las mismas palabras. Utilizan las mismas oraciones, los mismos dialgos, los mismos nombres para sus personajes. Todo igual. Como si se tratase de una obra calcada. Un día, por casualidad, descubren la obra del otro escritor y se dan cuenta de que han escrito la misma obra.

Si esto fuera una comedia, los dos se presentarían ante un juez alegando su autenticidad. Así hasta que el juez diría con gracia: "Pero que más le da, si el único ejemplar que vendieron fue el que compró el otro" Si lo hubiera escrito Kafka, todo sería angustia y oscuridad.

Pero qué sentiría yo en la realidad si un día encuentro algo idéntico a lo que he escrito yo. Sin duda curiosidad, total curiosidad por conocer a mi doble, al que usurpa mis palabras o quien se las usurpo yo.

Mientras tanto me mantengo con la idea, de como teniendo tantas palabras a mi alrededor, siempre me trabo escribiéndolas.

jueves, 14 de mayo de 2009

Contrarestar la obligación

Tengo que confesarlo y de verdad que me duele en el corazón, pero me aburre leer el Quijote. Creo que es un libro magnifico, me encantan sus personajes y está escrito como ningun otro libro. Pero cada vez que empiezo una página, me entra la somnolencia. Esto, por desgracia, no es culpa del señor Cervantes sino del sistema educativo que me obligo a leerlo por primera vez con 15 años. En cada parrafo están las eternas tardes leyendo bajo el flexo de mi habitación. Y es que no hay mejor forma de joder un buen libro, que obligandote a leerlo. Uno no puede leer contando las páginas que le quedan para llegar al final. Es como estar preso en una carcel de oro.

Pero esto, que supongo que nos ha pasado a todos, tiene su enves, su vuelta de hoja. Hay libros que sin ser los mejores que hemos leido, pasan a estar entre nuestros libros favoritos por hechos que nada tienen que ver con lo que un día el autor escribió. Esos libros pertenecen a nosotros por las mismas razones por las que odiamos a los libros obligatorios. Por ahora solo he descubierto dos formas de encontrar ese tipo de libros.

Una es por medio de otra persona. Cuando alguien nos regala un libro que le gusta, lo leemos de otra forma. Lo devoramos intentado ver en el libro a la otra persona. Creo que era Kundera el que decia algo así como "cuando dos personas leen el mismo libro, forman una alianza a traves de cada palabra" Y esa alianza, nos da algo más de lo que el libro nos ofrece.

La otra forma, es mucho más trabajosa. Se trata de la casualidad. A veces por medio de las maneras más disparatadas llega hasta nuestras manos un libro desconocido, del que nunca nadie ha oido hablar. Entonces lo lees y resulta que es bueno, muy bueno. Entonces resulta que ese buen resultado se multiplica, porque ese libro solo lo conoces tú. Es tu descubrimiento, tu America particular. Entonces decides darle voz y mostrarselo a otros, pero con la idea de que ese libro, por mucho que lo lean otros es tuyo.

Yo, para mi suerte, esta semana he encontrado dos libros así, uno con alianza y el otro totalmente perdido en el polvo de una biblioteca. Así que creo que no pierdo más el tiempo y me voy a leer.

jueves, 2 de abril de 2009

Los discos del Alcampo

Una vez un profesor, al que no tengo mucho apreció, vió un película sobre la mesa de mi compañero. Le pregunto que si la había visto, este le respondió que no. Y entonces cogió la pelicula entre sus manos y como si recordara algo de otro tiempo, solto: Voy a decirte lo mismo que mi dijo mi abuelo cuando me vio abrir la primera página de La isla del Tesoro: "Qué suerte tienes"

Y es que las primeras veces, culturalmente hablando, son imborrables. Uno las elige sin mucha lógica por las portada o por el nombre, y sin embargo esa elección casi por azar, tiene un peso brutal en todo lo que leamos/escuchemos/veamos en el resto de nuestras vidas. Aunque, ese reconocimiento, solo podemos darlo muchos años después, cuando nos encotramos casualmente con aquello que hace millones de años nos hizo disfrutar. Es entonces cuando entendemos el verdadero valor que tuvo en su momento.

En mi caso la razón fue tan casual como puede ser la de cualquier otro. Obedecía aun sencillo hecho: el dinero. Discos en Oferta, Mil pesetas. Y un estante, que en tiempos mejores sirvió para la ropa de saldo, lleno de CD´s sin colocación alguna ni sentido. Todo esto mientras señoras compraban a mi alrededor, costillas de cerdo o leche semidesnatada. Porque sobra decir que una oferta así, solo podía darse en un supermercado, en mi caso el Alcampo.

Bueno pues fue ahí, y no en una gran biblioteca o en una sala de conciertos escuchando a stravinsky. En ese Alcampo sucio y desgastado, donde los adolescentes robaban juegos para la gameboy, ahí fue donde empezo mi educación cultural. Me pasaba la tarde entera buzeando en aquel gran estante para encontrar el disco que verdaderamente valiera esas mil pesetas. Así descubrí que las cintas de Serrat que mi padre ponía una y otra vez en el coche, estaban bien, pero no le llegaban a la suela de los zapatos al "Pacto entre caballeros" que me hizo firmar Joaquin Sabina. Tambien aprendí que aunque no entendía ni papa de Inglés, estaba seguro que lo que decía Bob Dylan debía ser asombroso. Incluso me hice moderno y aprendí lo que era el Brit Pop.

Ya saben que uno nunca sabe donde puede surgir el amor, pero quien me iba a decir que yo me enamoria en un supermercado.

Por si alguien tiene curiosidad, la película que tenía mi compañero en la mesa era "Charada"

miércoles, 1 de abril de 2009

Noche Notodo

Esta noche se reparten los premios notodo, entre ellos se encuentran uno amiguetes que se han ganado estar nominados (a mi modo de ver, para más premios que solo para el de mejor actor)así que os dejo un enlace para que lo veais, aunque no sé porque no hice esto en el momento de votar.

Sin duda este corto reafirma mi idea de que el imperio nunca ganará...y menos a un español.

Mucho suerte y que jameson reparta suerte.