miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Por qué somos del Atleti?

Porque el charcutero de mi barrio no es Cristiano Ronaldo y normalmente llega a fin de mes con el agua al cuello, pero de repente saca dinero de donde no ahí y se lleva a su mujer a Tenerife y tumbados en la playa ella le pregunta por el dinero y él le dice: "de eso ya nos preocuparemos luego, ahora a disfrutar"

Porque el único recuerdo futbolistico que conservo es un jugador del subbuteo, que pintó mi hermano a rayas blanquiazules, con el numero 8 a la espalda y la camiseta sacada de los pantalones azules, tal y como la llevaba Donato. Y yo nunca he sido del Depor.

Porque en su último partido escribieron "Kiko, cojo, muerte" y ahora le echan de menos

Porque si metemos cuatro goles nos pueden meter cinco. Porque si metemos cinco goles, siempre hay una señora en la grada que se emociona y llora y besa la cruz que lleva colgada.

Porque hay más gente que se acuerda de Mawi, que de cualquier jugador del Valladolid entre las temporadas 94 y 99.

Porque, generalmente, los padres de los atléticos suelen ser del Real Madrid.

Porque cuando un señor de cierta edad se quiere marchar en el minuto 80 porque, palabras textuales, "no aguanta más" La grada le grita: "abuelo quédate, abuelo quédate" Y el sonríe y aun así se marcha.

Porque tenemos un estadio con Spa, pero sin meaderos.

Porque ganamos la intercontinental, sin ganar la copa de Europa.

Porque un día sí y otro no.

Porque cada agosto decimos "este es el año"

Porque soy incomprensible,porque eres incomprensible. Porque somos del Atleti.

domingo, 7 de marzo de 2010

Dinamarca,dinamarca,di-na-mar-ca!!!

En la vida, como en los bueno guiones, los grandes giros no se producen por grandes momento, al reves, son los cosas comunes las que desembocan en grandes cambios. Como ejemplo mi vida. Digamos que quien me iba a decir que ir a comprar un chándal con ocho años, pudiera desembocar en que uno acabe viviendo en Dinamarca (sería como la teoría de que el aleteo de una mariposa en Australia puede crear un huracán en Brasil pero en versión leganense) Pero así ha sucedido. Quizá el que este escribiendo este mismo post, pueda cambiar mi vida dentro de 20 años, pero esa será otra historia que tendré que escribir, ahora volvamos a mi chándal.

Yo quería un chándal de tactel, ahora mismo solo lo usan los yonkis y ciertos modernos que idolatran a Locomia, pero en aquella época, principios de los 90, estaban muy de moda. Tanto como para que insistiera durante semanas a mi madre, hasta que al final cedió. Pero las madres, como sabias que son, cedió justo cuando empezaba las rebajas en la tienda Trim (tienda de deportes altamente conocida en Leganés, porque en tiempos era la única en el barrio) Y como sabía que sigue siendo mi madre, pues también engancho a mi hermano, algo más crecidito pero no lo suficiente para evitar la tentacion de un chandal de tactel nuevo, y nos fuimos para allá.

Tras elegir nuestros sendos chandals (sé que se dice chándales, señores de la academia, pero me parece una palabra de sonoridad tan fea como excretar o zurrullo) Bueno pues tras elegir los chandals, la señora de la tienda nos dijo que tenia una oferta de películas al dos por uno. Mi hermano y yo pusimos cara de angelitos y mi madre, dado que era una rebaja, volvió a ceder. Había un carro inmenso de VHS, en el que recuerdo que había algo de Michael Jackson, pero yo vi una película y rápidamente supe que era la que me iba a llevar a casa: Ratboy. La película trataba sobre un adolescente que era mitad rata,mitad niño, el guionista no contento con esto decidió que el tono iba a ser el de un drama sentimental. Sin duda, una de las peores películas que he visto en mi vida.

Por suerte, mi hermano, futbolero como era, se decidió por un documental, algo nunca visto con buenos ojos por un niño, pero...era de fútbol. Del mundial de 1986 para ser más exactos. Sí, el mundial de Maradona, la mano de dios,etc...pero esa no es mi historia. Tras una semana intentando irremediablemente, no sucumbir en que mi hermano había elegido mejor que yo, me decidí a ver "El heroe" que es como se llama el documental. Sobre todo porque en la portada aparecía Hugo Sanchez, mi jugador favorito en aquellos tiempos.

No recuerdo muy bien como me sentí cuando lo vi por primera vez, lo que sé es que poco a poco se convirtió en mi película espejo. Me explico, todos los niños tienen una película, generalmente de dibujos, que se saben de memoria y mientras la ven repiten los diálogos uno por uno, porque se la saben de memoria. Bien, pues junto a "Mira quien habla" esta era mi película espejo. Me sabia todo lo que decía el narrador, especialmente una parte que empezaba:

"Dinamarca nunca se había clasificado para una fase final de un mundial, pero..."

Como si de un cuento se tratará, así comenzaba la andadura de Dinamarca en aquel mundial. Y como buen amante de los cuentos, yo también me enamoré de aquella cenicienta roja y blanca. Cómo no hacerlo, tocaban el balón de un lado otro siempre sonriendo, siempre como si fuera lo más divertido del mundo, siempre con miles de aficionados gritando "baygalo,baygalo", que no sabia que significaba pero sonaba genial.

Y, visionado tras visionado, fue creciendo en mi mente infantil un ideal de país con el nombre de Dinamarca: Galletas danesas, Hans Christian Andersen, Vicky el Vickingo, los Lego, campos verdes con mujeres con Cofia, Dreyer, los milagros, las bicicletas son para el invierno, Calsberg, los pescadores de atún rojo, el Club de Futbol Odense cuyos jugadores eran obreros,pero que echaron al Madrid de la Uefa, las maquinas de coser (que no puede que no sean de allí, pero siempre me lo han parecido), Kierkegaad, las bicibletas y aquella vez que mi padre volvió de Copenhague diciendo: "son otra cosa"

Por eso, este invierno al tener que rellenar mi solicitud erasmus, no dude un momento. Copenhague, mi destino.





P.D: Dinamarca no gano el mundial a pesar de jugar mejor que cualquiera, incluido la argentina de Maradona. Lo eliminó un sucio equipo en una calurosa tarde de Queretaro, con cuatro goles de un delantero canijo llamado Butragueño ¡Que injusticia!

viernes, 29 de enero de 2010

Salinger

Un libro nunca puede cambiar el mundo,pero puedo cambiar muchos mundos. El de cada persona que lo lee, pero no suele pasar. Para que suceda eso, no solo influye como esta escrito el libro, sino las circustancias del lector. Por eso el libro que cambio mi mundo fue Raise High the Roof Beam, Carpenters, Levantad, carpinteros, la viga del tejado.

Fue un libro que leí en un momento en el que ningun libro me podia consolar. Un día no podía más, tenia ganas de no estar, simplemente, no estar. Fui a los cines de plaza de españa y no me apetecía ver ninguna pelicula. Fui hasta el Starbuck de la esquina de gran via, pedí un chocolate caliente con avellanas y me sente junto al ventanal desde él que se ve toda la calle princesa. Recuerdo que cuando empece el día era de día y cuando acabe era de noche.

No creo que ningún critico lo considere la gran obra maestra, pero al leer aquello, entendí, no sé muy bien qué, pero entendí. El argumento es sencillo, un soldado que toma un permiso para ir a la boda de su hermano. No sucede mucho más, pero el sentimiento con que esta escrito, la fuerza de la voz de ese hermano recordando los buenos tiempos y el silencio, lo que no se dice y sin embargo se puede ver.

Hoy a muerto J.D Salinger.

miércoles, 27 de enero de 2010

Buscando una revolución 1ª parte (reportaje a publicar dentro de diez años)

Durante toda la entrevista sus ojos han permanecido rojos, como si alguien sostuviera un cigarro cerca de sus ojos, pero es en el momento de recibir la pregunta cuando sus ojos se abre de par en par y dejan ver el cansancio de tantos años.

- ¿Sí ha valido la pena?

Resopla, como si le hubieran cogido en un renunció. Sonríe, como si ocultara algo detrás. Algo que no se puede decir a un reportero, un secreto que al nombrarlo perdería su valor. Finalmente se decide y vuelve a la diplomacia aristocrática por la que ha sido siempre característico.

- Bueno, eso lo dirá la siguiente generación. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer.

Con "lo que tenían que hacer" se refiere a aquello que comenzó una tarde de otoño de hace diez años en la universidad de un ciudad de provincia de cuyo nombre, los implicados, siempre prefieren no recordar. Muchas leyendas corren en torno a esa tarde, pero solo un dato cierto; varios estudiantes y un papel en blanco. Entre los estudiantes la voz clara de Andres Ferreillo, más conocido como Teo.

- Yo estaba allí, por supuesto.Se han dicho muchas tonterías sobre aquello, que si habíamos tomado alucinógenos, que si hubo espías infiltrados... Fue algo normal. No habría más de diez o quince estudiantes, pero solo eramos cuatro los que hablábamos. Yo, Rianxeira ( Matias Junquera, muerto en los disturbios de 2013) y otros dos estudiante que se desvincularon en cuanto la cosa se empezó a poner sería. Habíamos quedado para crear un manifiesto que mejorará la facultad, solo eso nada más.

Pero de aquella reunión no salió ningún manifiesto, o al menos ninguno escrito. Una foto en la esquina del local retrato el momento perfectamente. Varios estudiantes sostienen entre sus manos un folio en blanco, que muestran sonrientes al fotógrafo. Según los escritos encontrado tras su muerte, Rianxeira afirmaba que la idea surgió de Teo, aunque este, ante nuestra pregunta responde con un lacónico "no me acuerdo". "La revolución por la revolución" el lema que miles de persona corearon durante años, "no fue un salto tan intelectual como se supone", nos comenta el propio invento.

- Simplemente es que no había de que quejarse. Por eso decidimos dejar el folio en blanco. Nosotros solo necesitábamos protestar ¿Por qué? Quizás sea algo innato, no lo sé, pero era lo que nos pedía el cuerpo.

A la mañana siguiente el pequeño rectorado vivió uno de esos procesos que si no estuvieran en la historia, parecería formar parte de una obra de ficción.

- No sé muy bien cómo sucedió. Empezamos la manifestación los cuatro de la tarde anterior y poco a poco se nos fue uniendo gente. Me acuerdo que los estudiantes se acercaban y nos preguntaban que por qué lo hacíamos. Cuando les respondíamos que no teníamos ninguna reivindicación política, ni ninguna queja, nos miraban como a locos. Pero luego se unían.

De aquellos cuatro estudiantes pasaron a ser unas cinco mil personas. Sin ningún motivo aparente los estudiantes se fueron uniendo hasta crear una fuerza imparable Aquella misma mañana consiguieron echar al rector de su oficina y ocupar el edificio. Eso sí, sin ni un solo acto de violencia, todo promovido desde la pasividad. Segun se registro en las cámaras de seguridad del rectorado, los estudiantes entraban ordenadamente en un estancia hasta que la llenaban. Las personas que se encontraban dentro, al no entender la situación se marchaban. En un momento dado todas los despachos del edificio estaba inundados. Así hasta la llegada de la policía.

- Eso fue lo mejor de todo. Al llegar la policía, nadie hizo ni el más mínimo intento de resistencia, cada uno salió del edifico y se fue a su casa. Recuerdo que los policías nos miraban como si estuviésemos locos.

Las noticias aparecidas en la prensa del día siguiente informaban de unos disturbios en la universidad, pero sin tener muy claro los motivos. Incluso algún articulista se apunto el tanto y saca una lista de las reclamaciones de los estudiantes, que pronto fue desmentida. Aunque si algún medio tuvo repercusión este acto, fue en internet. Pronto la red de redes le dio una publicidad y unos nuevos adeptos que jamas habian soñado sus organizadores.

- Creo que la gente de todo el mundo lo necesitaba. Un amigo mio siempre me decía que nuestra generación nunca podía tener una revolución, porque la anterior ya se había encargado de intentarlas todas.