martes, 11 de agosto de 2009

La facilidad del escritor

Fue una pena que nadie lo registrara, pero entre los escritores es muy conocido su historia. Dice la leyenda que el primer escritor no fue como se cree ni Homero, ni un filisteo, ni mucho menos un rico. El primer escritor de la historia fue un campesino, un campesino fojucho y con cierto arte para salir de las situaciones más difíciles.

Una mañana de pleno julio, el calor era insoportable. Los campesinos apenas podian andar con el trigo al hombro, pero había que recoger la cosecha cuanto antes o se perdería. Así, a eso de las doce de la mañana, el campesino protagonista de nuestra historia, ya no podia dar ni un solo paso. Se mantenia en pie de mala gana y apenas veía lo que estaba frente a él. Lo que no le impidió ver una sombra, cerca de un arroyo. Sin pensarlo ni un segundo, se dirigió a la sombra y se sentó, apoyando su espalda en un árbol. Los otros campesinos al verle, bufaron de odio. Todos caminaron hacía él, con malas pulgas. Pero el campesino, agudizando su ingenio, tomo el papel donde apuntaba el trigo que recogía y miro al infinito. Al llegar, el resto de los campesinos le gritaron que se levantara y que siguiera con su trabajo, pero él les chistó. "¡Necesito silencio!" les dijo. El grupo de campesino se calló ante la seguridad del campesino. Unos segundos después, uno de ellos se atrevió a preguntarle para qué necesitaba el silencio. "Para escribir" contestó. Todos se quedaron inmoviles "Y eso ¿Para qué sirve?" Dijo uno de ellos. Loco de ira el campesino grito "¡Para ser inmortales, estupido!" Ninguno de ellos entendió lo que significaba aquello, pero lo dijo con tanta vehemencia, que pareció importante. Así que le dejaron allí en la sombra mientras el resto continuaba trabajando a más de cuarenta grados.

La leyenda cuenta que al final de la jornada, cuando todos volvian a sus casas, los campesinos le preguntaron qué había escrito. Pero él les dijo que no había escrito ni una sola linea. Los campesinos se extrañaron. Él les explico que se encotraba ante el tipico bloqueo de la página en blanco.

Esta historia se ha contado a largo de la historia y de todos los escritores del mundo y de ella se pueden estraer dos moralejas:

1.Si no quieres trabajar hazte escritor.

2.Y si no escribes ni una palabra, podrás estar más tiempo sin trabajar.

Así que ya lo sabeís, os he descubierto el maldito truco. Ni contadores de historias, ni hombres de letras, ni nada...somos todos unos vagos y farsantes. Bueno...casi todos. Por suerte para vosotros quedan aun escritores de verdad, que escriben porque lo necesitan o porque saben hacerlo muy bien. Como Guionista con Ray-Ban que hace unas horas anunciaba su adios del mundo blogger.

Larga vida y prosperidad Señor de las gafas oscuras.

Yo, por desgracias para ustedes, seguiré chupando del bote aun un tiempo más.

2 comentarios:

Kureka dijo...

Esto andas pensando bajo el sol de Madrid, mientras te toca hacer de agricultor filólogo, ya veo ya..Voy a explicárselo a los Mongoles a ver qué les parece. No tendré tiempo para volcanes hasta el martes :( te lo aviso para no sumar en tu estado, para entonces espero tener buenas noticias sobre septiembre. De todos modos, al menos escribes, eso es buena señal..Terrequetekero. Mua. K.

Nacho M. dijo...

¡Ya! Y Wally ha estado de imaginaria dos meses. Me voy a Cantabria, cuando vuelva quiero la espiga trillada. Me da que nos vemos en septiembre.
Un abrazo.