viernes, 9 de enero de 2009

La pertiga del funambulista

Fue la pertiga lo que les saco de sus ilusión. No, aquel hombre no estaba flotando en el aire, pero durante unos minutos lo pensaron. Fue el siete de agosto de 1974, cuando cientos de personas se arremolinaron entre las dos Torre Gemelas, para mirar a un hombre caminar a más de 452 metros de altura. A causa de la distancia, nadie de los que estaban abajo pudo ver el cable sobre el que estaba subido. Para los que pisaban tierra firme, aquel loco caminaba sobre el aire.



El loco se llamaba Philippe Petit y estuvo más de cuarenta y cinco minutos subido entre las dos torres, con policias a los lados esperando a que terminara detenerle. Durante esos cuarenta y cinco minutos fue de lado a lado, hizo saltos, se sento en el medio de la nada y hasta tuvo tiempo de saludar a varios de sus admiradores.

Pero lo verdaderamente emocionante es verle bajar esposado, aun con su traje negro de trabajo, y contestar a la única pregunta que le hacían los periodistas: Why? Why? El tipo se giro con una sonrisa y les contesto con su acento frances: There is no why.

Eso me hace pensar que la mayoría de veces que somos valientes y nos la jugamos a una carta, lo hacemos sin sentido. Puede que nos salga bien y puede que nos salga mal, pero tenemos que hacerlo.

1 comentario:

ironness@googlegroups.com dijo...

Un periodista a principios de siglo preguntó al aventurero/montañista inglés Mallory "cual era la motivación para ascender el Everest".
Su respuesta fue concisa "porque esta allí". Pues eso.