lunes, 26 de mayo de 2008

Mear

Hablamos demasiado poco de mear. Follamos una vez al mes, hay partido una vez a la semana, cenamos solo una vez al dia. Y sin embargo hablamos mil veces más de esas cosas que de mear, que esta mucho más en nuestra vida. Yo meo unas cinco veces al dia. Las más miticas son la de por la mañana, ahora hablaré de ella y la de no tengo ganas de escribir. Esta es la menos espontanea. Solo pasa de vez en cuando, cuando estoy harto de mirar la pantalla en blanco y me digo: Creo que tengo ganas de mear. Es mentira, en mi vejiga no hay una sola gota, pero a mí me da igual, me levanto hacia el baño y allá voy. Me la saco y espero. Mientras sigo dandole vueltas a lo que tengo que escribir, al rato me doy cuenta de que no voy a mear, era solo una excusa para salir de la habitación. Pero una parte de mi se niega a creerlo; "No, no hace un rato te meabas, te meabas mucho, es solo que ahora no te sale, espera un poco más" Y ahi me veis a mí, con la chorra fuera y con la puerta abierta (En mi casa, no cerramos la puertas del baño ni para masturbarnos) esperando. Entonces lo noto, un liquidillo sube desde abajo. Entonces llega la primera gotilla, dios que placer. Meo apenas un chorrillo, pero lo he conseguido, he meado. Entonces me vuelvo al ordenador con la impresion de que si pueo mear cuando no tengo ganas, puedo escribir cuando no tengo nada que decir.

Escribir sobre mear no me viene así, porque si. Es que el otro día hice una de esas cosas miticas, que solo se me ocurren hacer cuando estoy borracho. Para los que no que no me conozcan, cuando estoy borracho hago cosas absurdas que quedan en la memoria de mis amigos. Estando borracho he:

- Escalado una pared de la catedral de Leon.

- Me he dormido en el aleron de un choche tuneado.

- He meado en una papelera con dos maderos a cinco metros.

- He tomado prestado el volvo S-40 de una chica que me caia como el culo, para irme una noche entera por todos los centros comerciales cerrados del sur. (El coche de verdad era prestado, nos lo dejo para que volviesemos a casa)

- Me he follado a un banco, literalmente. Me saca la picha y la metí en el hueco entre tablón y tablón. Esta es muy recordado entre mis colegas.

- Y la última que recuerdo es etiquetarme la polla con un sello de esos que se usan para las facturas. Tengo que reconocer que me pellizco y me hizo daño.

Pero la mitica ocurrió el Sabado. Estuve a punto de no acudir a una maravilla de Fiesta a lo Porki´s. Me lo advirtieron antes de ir: "Hay mujeres y de las buenas" Yo no les crei, esperaba que estuvieramos los cuatro de siempre, hablando de pelis malas. Pero no, entré y aquello parecia Una bacanal, miles de mujeres descocadas, borrachas y bastante buenas. Yo me sentí como una de esas pelis yankis de los ochenta. Maravilloso. Cualquiera en mi lugar habría echo lo logico, habría entrado a todo lo que se moviera y al final, solo por pesado habría acabado con un buen plan. Bien, pues yo no soy logico. Lo que hice fue emborracharme y reirme de toda mujer con escote que pasara por mi lado (Si es que yo no valgo pa ligar).

El caso es que una amiga en mitad de la noche me dijo lo siguente delante de muchos desconocidos: " Tú tambien te sientas por las mañanas para mear¿No?" Yo debí poner una cara poquer bestial, porque todos los desconocidos afirmaron que ellos lo hacian. Por la mañana, nada más levantarse, ante ese horroso cansancio de primera hora de la mañana en el que te tiemblan las piernas, se sentaban en el retrete y meaban como una mujer. Pero... Por que nadie me lo había dicho. Llevo veinte tres años aguantando absurdamente de pie. En aquel momento dije la primera excusa que se me ocurrió. "Yo tengo un armario frente al bater y apoyo ahi la cabeza mientras meo" Esto no es del todo mentira, hace años tenía un armario así, pero hace años que meo de pie. Luego para no quedar del todo mal, dije que en mi familia todos apoyamos la cabeza en ese armario y que gracias a las marcas en ese armario, hemos ido mirando cuando crecimos cada año. Mentira cochina.

El caso es que me di cuenta de que hablamos muy poco de mear. Y lo tuve toda la noche en la cabeza. Así que no sé en que momento dado, me junte con Juako (Otro que tal baila cuando se emborracha), los dos miramos el balcon de aquel segundo B, un balconcito pequeño de esos tipicos del tirso de molina, donde cabe solo una persona, que da a una callejuela tipica de centro. Entonces le dije: "Yo tengo que mear desde ahi, tengo que ver como cae mi chorro desde un segundo" Él me miró como el borracho que es y me dijo: "Venga, vamos a hacerlo"

Así que allí fuimos los dos nos sacamos la chorra y mientras gritabamos a los transeuntes que se apartaran,muchos a esa hora de la noche por cierto, el chorrillo empezo a fluir. Fue maravilloso oír el coque contra el suelo desde lejos como con Eco. La gente de la calle nos miraba raro, pero no os quiero contar como nos miraba la gente de la fiesta. Solo nos apoyaban las dueñas de la casa, eso si, que nos gritaban que no les measemos en la plantas del balcón, que luego se mueren.

En fin, que después de aquella meada, me he dado cuenta que deberiamos hablar más de estas cosas, que todos entendemos y compartimos, y menos de la última palma de Oro en Cannes. Ya lo decía Dali: "El libro más interesante que he leido nunca es sobre Pedos".

3 comentarios:

Amanda dijo...

yo tengo demasiado que estudiar como para tener otro blog al que engancharme....

Chënchi dijo...

yo estudiar ahora poco! tiempo para acer el mongolo y perder el tiempo leyendo estas cosas mucho!!! jajajaja

Xiii!! el cuenta historias numero 1!! no conozco a nadie q las cuente como tu...

Espero q sigas contandonos mas historias tuyas...y d mateo, d saul...d todo!!! jajajaj

Anónimo dijo...

Jejejeje, mi compañera de piso y yo todavía nos estamos retorciendo de la risa ;)