jueves, 11 de diciembre de 2008

Resolviendo traumas

Lo primero que tengo que contaros es que mi nuevo equipo, el Anorthosis, cumplió con su papel de "lovely looser" y contra el panatinaikos perdió uno a cero, quedando último de su grupo. Sin embargo si hubiera ganado hubiera quedado primero, pero ya saben, que gracia tiene ganar nada, si antes no se ha perdido cien veces.

Hablando de eso sobre eso, y como si fuera un surrealista cualquiera, hoy he tenido un sueño, cuanto menos curioso, pero antes os tengo que contar una historia.

Cuando tenía catorce años, como cualquier adolescente idiota que lee poesía, me enamoré de una chica con la que nunca hablaba y a la que espiaba con el rabillo del ojo, imaginandome escenas cursi, propias de las peores telenovelas, en las que le declaraba mi amor de una forma romantica y ella sonreía y me abrazaba.

Al ir creciendo, me di cuenta de que así no se hacían las cosas, que había una cosa que se llamaba seducción y que había que utilizarla antes de intentar nada. Entonces comprendí que en el mundo existian los dos bandos tan aclamados en este blog, el lado oscuro y el ejercito rebelde. Y lo que principalmente los diferencia es lo que yo llamo, el sindrome del gallinaceo; o sea en vez de acercarte a la gente que te gusta, es mejor huir y tener siempre la esperanza de que algo podría haber pasado.

Pues bien, esta noche he vuelto a soñar que tenía catorce años y que me quedaba a solas con aquella chica de la que estaba enamorado. He regresado al miedo y al fiel tartamudeo ante las mujeres, yo caminaba junto a ella con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos. En un momento ella se ha parado y de repente, no sé de donde, he sacado valor, me he girado hacía ella y la he besado. Un beso torpe y nada seductor, pero un beso al fin al cabo ¿Y entonces ella que ha hecho? os preguntareis. Pues lo que era lógico, se ha quedado con cara de sorpresa y me ha mirado, como diciendo ¿Qué haces? Y justo cuando me daba cuenta de mi derrota, me he despertado.

Lo primero que he pensado es que ni en sueños consigo ligar, pero luego me he empezado a sentir bien, como si me hubiera quitado un peso de encima. Y toda la mañana la he pasado muy a gusto, con la tranquilidad de haber hecho las cosas bien, aunque fuera en sueños.

Y es que como dijo Borges: "Los que dicen que si volvieran a vivir otra vez, harían exactamente lo mismo, son idiotas. Si yo volviera a vivir, no haría nada de lo que he hecho"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy cierto amigo...

Habrá que buscar una estrategia para ligar alguna vez, no? Que ya está bien... Que el lado oscuro no es tan oscuro como parece... o me equivoco??
Yo, volvería a hacer exactamente lo mismo... soy así de idiota!!

Un beso!!
Ah! Te quiero.