martes, 14 de octubre de 2008

Peluquerias

Cuando vi por primera vez el Marido de la Peluquera me sentí enormemente liberado, no estaba loco o al menos había otro tan loco como yo. Es la historia de un niño que se enamora de las peluqueras, pero no de una en particular, sino de todas las peluqueras del mundo. Tanto es así que un día, pasados los años, conoce a una peluquera y mientras ella le corta el pelo, le pide que se case con ella. Aun recuerdo el viejo vhs donde estaba grabada, con un sonido apenas inaudible.

Años después, cuando yo ya me creía escritor, me encontre el dvd de la pelicula en una de los estantes de ofertas de la Fnac, corrí a casa a verla, por fín podría ver aquello con una ligera calidad. Pero cuando terminó, me sentimiento fue solo de odio, no por la calidad, ni por la pelicula, si no porque me había robado mi historia y lo había hecho de forma genial.

Yo amo las peluquerias (Qué alguien me explique porque a Neruda "le hacen llorar a gritos"), pero no es un amor platonico, es un amor obsesivo, casí enfermo. Porque a mí no me gusta que me corten el pelo, me gustan las peluquerías y no esas de hombres (para mí son barberías), si no las peluquerías regentadas por mujeres vestidas de negro, algo pasadas de maquillaje y que se te miran a través del espejo cuando te cortan el pelo.

Hoy me he levantado depresivo, creo que tengo el sindrome posvacacional después de mi viaje a marruecos, así que me he sentado delante del ordenador, queriendo contar las mil y una miserias de la vida. Pero he visto un billete de diez euros y he tenido la idea.

He entrado sin cita previa, que es como se debe ir a las peluquerias, me han sentado en el lavadero y.... A partir de aquí, no puedo contar más, porque lo que sucede entre una peluquera y su cliente queda entre los dos.

Solo dire una cosa, he salido con el autestima tan subida que no he podido remediar sentar aquí, para escribir: Gracias Peluqueras del mundo, haceís la vida más facil.

P.D: Si alguna peluquera lee este blog, espero no se sienta ofendida, ni se descubra, me gusta el anonimato de las peluquerias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

anda, no sabia que tambien habia tios que van a la pelu cuando tienen un dia de esos de bajon,...que gran sorpresa!! y encima te gusta ir a una peluqueria de tias!! sorprendente!!
es verdad que el subidon que te da cuando te ves con una cara nueva despues de un buen corte de pelo no lo consigues ni tras una tarde de compras compulsivas...seguro que te han dejado muy guapo ;-D

koolauleproso dijo...

Yo también amo "El marido de la peluquera" y, desde pequeñito a las peluqueras en general.
Y yo, perdedor empecinado. también soy, aunque no me gusta mucho el fútbol, seguidor del Atlético de Madrid, así que, con tu permiso, creo que frecuentaré este blog