miércoles, 19 de noviembre de 2008

Noches de Lenceria

Continuemos con el blog, como si las dos semanas pasadas no hubieran pasado. Bueno, sí, porque en este tiempo me dió por revisar post antiguos y eso me hizo ver una cosa. Empece este blog con el animo de contar historias que me hubieran ocurrido a mí y poco a poco fui evolucionando a contar historias que me gustaban. Como creo que el equilibrio no es imposible, pues desde ahora intercalare ambas.

Pero hoy vuelvo para contar uno de mis absurdas historias de un noche de verano. Todo comenzo con un sms de D. desde la fiesta de A.: Hay muchas mujeres, más de cuarenta y todas te estan esperando... Obviamente no tarde ni medio segundo en irme a duchar y cambiarme de gallumbos (y aquí amigos, estuvo el quid de la noche) Decidí ponerme uno calzoncillos nuevecitos que mi madre me había comprado hacía un par de semanas. Son negros, de una tela suavecita, suavecita y además no tienen costuras. Un placer para mis genitales.

Total que yo iba en el metro camino de casa de A. pensando en que con esos calzoncillos, maldita sea! Algo tenía que caer. Salí de la estación de la Latina y seguía pensando en mi ropa interior: "que libertad, que placer, es el septimo cielo de la entrepierna" Cuando de repente pase por una tienda de lenceria y mire su tipico escaparate con sus mujeres en pijamas y sus sujetadores desparramados por la tarima. Y entonces lo vi, era un poster con una mujer rubia mostrando orgullosa su culo, enfundado en... enfundado en... enfundado en mis calzoncillos!! No eran calzoncillos, eran bragas!! Pero que Demonios... Iba a una fiesta con cuarenta busconas y yo con bragas... Con bragas!!!!

Pense en volver a casa, pero Leganés esta muy lejos de cualquier fiesta con mujeres. Así que durante el trayecto hasta casa de A. pense miles de excusas, por si aquella noche tenía la suerte de que me bajaran los pantalones; "No, no son bragas... Es la última moda, ropa interior unisex" "Bragas? Bragas? Estos me los trajaron directamente de la pasarela Cibeles" "Por favor puedes apagar la luz, es que me da verguenza..."

En fin que llegue a la casa y aquella fiesta era lo que yo pensaba y más. Muchas mujeres, pocos hombres y todas borrachas. Vi a mi amigo D. tumbado en el sofa, con un cubata y gritandole a todas las chicas: "Ahí está Corrales". Y mientras media fiesta se giraba hacía mí, yo solo pensaba "que nadie se de cuenta de que llevo bragas, por favor"

Pase los primeos quince minutos, a ladito de D., acojonado, lo que menos me apetecía era hablar con ninguna chica. Pero entonces apareció mi amiga A. y me dijo:"Voy a presentarte una a una a las chicas de la fiesta" Y cada vez que me daba dos besos con alguna de aquellas chicas, volvía aquella risa temblorosa de mis quince años.

Total que la noche fue pasando y a mi se me olvidaron mis bragas. Fui de grupo en grupo hablando con todo el mundo, hasta llegar a la pista de baile (Sí la casa tiene un salón pista de baile) Entonces mis pies comenzaron a seguir los pasos de corista del tropicana de mi amigo D., estabamos en la cresta de la ola. Incluso hubo quien nos hizo un circulo para vernos bailar. Pero fue en ese momento cuando me di cuenta. Se me caian los pantalones, no es que fuera uno de esos "la hebilla a la altura de mi ojete" pero se dejaban ver mis bragas. Total, que lo único que pudo hacer fue sentarme en un sillón y ver como el resto de la gente, se pasaba el gran fieston.

Un par de horas sentados en el sofa fueron suficiente para que me aburriera y decidiera irme a casa. Me acosté y pase la resaca como pude, pero cuando fui consciente de la situación de la noche anterior, me lance a google y busca calzoncillos de hilo escocés, que es lo que ponía en la caja de los gallumbos. Y para mi sorpresa descubrí dos cosas al ver una pagina: una, no hay que dejar que las madres compren nuestra ropa interior y dos, existen los calzoncillos de hilo escoces y son para muy machos. So, la noche anterior había echo en el ridiculo.

Espero que este post le sirva a alguien de aprendizaje y si no, al menos que alguien se haya leido.

Un placer estar de vuelta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aprendizaje no, pero nos has alegrado la tarde. Un placer tenerte de vuelta.

En este caso K.O.

Anónimo dijo...

¡No puede ser que te pasen estas cosas. Me he estado riendo un buen rato

Anónimo dijo...

Qué grande eres, Corrales...

D.

Anónimo dijo...

Corra...eres un personaje de los que quedan muy pocos...pero me encanta que formes parte de mi historia =)

Laurita.